Este ha sido el resultado...
Tenía delante las dos puertas, ambas entornadas.
- ¿Qué estás esperando? - preguntó un desconocido.
- Es una elección de suma importancia - respondió él.
- ¡Pero si es un baño! - espetó sorprendido aquel extraño.
Sin más dilación abrió la puerta que contenía el símbolo del sexo femenino que estaba situada a su lado izquierdo y accedió al interior. Había decidido dejar de engañarse a sí mismo.
Me ha sorprendido mucho, cuánta historia tiene en tan pocas líneas, la de toda una vida. Biquiños!
ResponderEliminarGracias :)
EliminarLlego tardísimo, pero llego :)
ResponderEliminarMe gusta cómo has convertido la historia de toda una vida en un diálogo aparentemente sin importancia, ¡buen trabajo! ;)
Gracias por participar, ¿nos vemos en el reto de junio? :)
Un beso.
Ahí nos vemos, ya me has enganchado :P Gracias por pasarte..
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