jueves, 17 de enero de 2013

Nacen las #twittcharlas ¿hablamos?

Ayer pude asistir a la primera twittcharla de las que imparte la academia Bárcena Formación, en ellas se trata de dar a conocer en 60 minutos alguno de los temas de actualidad relacionado con las redes e internet y ayer le tocaba el turno a "La privacidad en las redes sociales", presentado por @Jorge_Morell.


Jorge Morell impartiendo la charla (foto @Virboxx)



Es curioso esto de la privacidad, todos somos muy celosos de ella, quién no recuerda a La Pantoja y su "no me vais a grabar más"?





No olvidemos que privacidad es sinónimo de intimidad, sin embargo ¡qué fácilmente damos todo tipo de detalles a través de las redes sociales!
¿O es que acaso sí nos leen personas "anónimas" tiene menos importancia que el vecino del piso de al lado?

Pero esto de Twitter no es nada nuevo, ¿que son acaso las postales más que twitts? contienen escasa información ( cierto, algo más de 140 caracteres, pero muy limitada también) y ¡cualquiera puede leerla!
Así pues podríamos decir que Twitter llegó a España en Diciembre de 1873, fecha en la que se emitió la primera postal oficial en nuestro país y con el tiempo la cosa se ha ido digitalizando, haciendo a su vez que la privacidad se vaya comprometiendo cada vez un poquito más.
Principalmente ahí radica el problema, en la digitalización, lo que antes estaba al alcance de unos pocos ahora se puede leer en la China ¡en cuestión de minutos!
¿¿Entenderán los chinos eso de "dientes, dientes, que es lo que les jode"??



¿En realidad somos conscientes de cuánto nos exponemos?
Hay empresas que únicamente se dedican a recabar datos de usuarios, como si del monstruo de las galletas se tratasen, ¡sin dejar ni una sola cookie al descubierto! 
Y ahí estamos nosotros cómplices, sin oponernos en ningún momento..
Aunque ¡ojo!, cómo nos molesta luego estar recibiendo mails o llamadas a horas intempestivas (o de la siesta) sobre productos que prometen hacernos adelgazar sin esfuerzo o cremas capaces de hacer un lifting en cuestión de días.



Sin duda debemos aprender a convivir con las redes sociales, recordar que todo lo que mostramos en ellas quedará por mucho tiempo ahí y que como toda acción tiene su causa y efecto, no siempre con el resultado deseado.

Tal vez, quién sabe, algún día se den cuenta que es más importante la asignatura de "redes sociales" que la de religión.. aunque si bien, es cierto, que ambas tienen muchos adeptos y a su manera en cada una somos vigilados y observados desde la nube/ cielo.
¿Si fueran asignaturas optativas con cuál os quedaríais?

Si estáis interesados en acudir a alguna de estas #twittcharlas podéis encontrar más información aquí
¡Os las recomiendo!

2 comentarios:

  1. Hay gente que no es capaz de reflexionar un momento antes de publicar algo. Y hay otras, con las que me siento identificada, que lo piensan tanto que pierden el momento.

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    1. Esta claro que hay que intentar encontrar el equilibrio perfecto, cosa que siempre es complicada ;)

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